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jueves, 20 de enero de 2011

70´s

Y ahí estaba ella, mirándome con su penetrante mirada.

Enjuta y soñadora, ella era mi cocaína. Por quien me desvivía cada día de mi puta vida, viendo como ella se quitaba a todo el mundo a patadas mientras yo estaba allí, apoyado sobre el muro, nuestro muro, con la puerta de mi 600 abierta de par en par, como si esperase que tu entraras por ella para aliviar mi monótona vida.

Como en un bucle en el que solo existimos tu, yo y un único dios. Tu piel.

Entonces hiciste algo de lo que me acordaré toda mi vida. Tiraste el cigarro, y por supuesto lo pisaste como si aplastaras una cucaracha. Les dijiste a tus amigos que ahora volvías, que tenías que coser algún remiendo de tu perfecto vestido de chanel. Te acercaste a mí, me miraste de hito en hito y sin más preámbulos me besaste. Eso que pensé que nunca harías, ahora lo hiciste. Sent tus labios cálidos y húmedos rozándose con los mios, y tu lengua, ávida bebiendo de la miel de mi boca. Entonces ocurrió, te separaste me pegaste una bofetada que casi me tira al suelo por encontrarme en ese momento de éxtasis y con la guardia baja, y solo dijiste una frase.

-Toda la vida es sueño, y los sueños sueños son, así que sigue soñando porque nunca nunca nunca seré tuya, solo en tus sueños-.

3 comentarios:

  1. A veces, los sueños son tan mágicos que parece que puedes tocar el cielo con los dedos. (SI, ME HE PUESTO PROFUNDA)

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  2. De los sueños se vive!
    Preciosa entrada, por cierto :)

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